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Hace un par de semanas presentamos el balance del programa ´Zaragoza Activa, un ecosistema para el emprendimiento´ y con él culminábamos la 2ª fase del Plan de desarrollo de ZAC. Si en la primera nos centramos en poner en marcha la Azucarera como equipamiento con el Vivero, el Semillero, y también los servicios a los que damos soporte, Zona Empleo y la BJCubit… la segunda ha consistido en dotar de vida a todos esos espacios.

Diseñamos ZAC como un equipamiento público de 2ª generación que debía actuar como un centro integrado, adaptádose al ciclo vital del nuevo perfil de ciudadano en el contexto de la sociedad de la información y el conocimiento, de tal manera que un joven entrara por la puerta con 17 años atraído por los cómics de la biblioteca y continuara su relación con nosotros a través de diferentes proyectos que conformarían un itinerario orientado a la acción… así ese chaval acabaría por interesarse en uno de nuestros eventos, de ahí le picaría el gusanillo y participaría en la preincubadora del Semillero de Ideas y el plan sería definitivamente redondo, con que uno de cada cien acabara por montar un proyecto empresarial e instalarse en el Vivero. De estas transiciones voy a hablar más a continuación.

Es lo que llamamos el ecosistema emprendedor, innovador, creativo y colaborativo de ZAC.

Esta semana culminaremos las jornadas de planificación estratégica 2012- 2015 de las que saldrá la hoja de ruta a desarrollar en ese periodo. Una vez haya sido validado políticamente, lo presentaremos a la sociedad, y usaremos este blog para narrar la historia. Que el Ministerio de Industria nos presente como buena práctica ante la UE nos da el espaldarazo necesario para creer en nosotros mismos, algo que en Zaragoza se practica poco.

De toda esta colección de post relatores con las que os amenazo, este es el primero y lo vamos a dedicar a la idea del ecosistema, las personas y las transiciones.

Resulta obvio que cuando hablamos de Ecosistema nos referimos a personas y las relaciones que se crean entre ellas. Si pudiéramos ver el ecosistema desde un gran microscopio hallaríamos dos elementos definidos: el núcleo (La Azucarera y Las Armas) y los electrones (las personas) que se relacionan/chocan (aceleradas por los eventos y programas que desarrollamos)

Hemos identificado cuatro tipos de dinámica/relación que nos interesan especialmente: 1. emprender, aquel que inicia un movimiento y genera múltiples relaciones (socios, clientes, proveedores) 2. innovar, aquel que introduce un punto de inflexión en marketing o una propuesta de valor 3. crear, aquellas personas que producen genuinamente nuevos productos, servicios o ideas. 4. colaborar, que son capaces de generar relaciones no monetarias, algo que refuerza mucho la idea de una comunidad cohesionada y socialmente responsable, pero también un valor al alza en contexto de crisis y estrecheces económicas.

Una vez tuvimos claro qué queríamos que sucediera en ZAC, pensamos en quién. Teníamos claro dos cosas, primero que había que dirigir gran parte de nuestros esfuerzos a quien más impulso necesitaba – los jóvenes desde una perspectiva sociológicamente amplia– y la segunda cosa era que no seríamos un servicio dirigido estrictamente a ellos. Conocíamos muchos proyectos que habían fracasado precisamente por llamarse proyectos para jóvenes. Por otra parte, sabíamos que el sistema no funcionaría si determinados sectores no se sentían parte de la comunidad.

Hemos categorizado nuestros usuarios en cinco grupos, los estudiantes, los buscadores de empleo, los emprendedores (desde cero), los empresarios y los networkers. Estos últimos han resultado ser clave para que el ecosistema funcione a velocidad de crucero -y para ser sinceros- no entraban en nuestros planes iniciales. Con networker identificamos a todas las personas que no son emprendedores o empresarios estrictamente, pero que operan y participan en red, freelance, directivos y técnicos de la empresa privada o la administración, líderes sociales… que buscan relaciones recíprocas para motivarse, inspirarse, formarse, e iniciar nuevos proyectos para y con la comunidad… y entre los cuáles por cierto muchos acaban por convertirse en emprendedores, o dicho de otro modo, muchos emprendedores antes han sido networkers (al igual que muchos empresarios están obligados a reciclarse como networkers)

Con estos grupos humanos conformamos el ecosistema, procurando precipitar los cuatro tipos de relación que comentaba antes que son los cuatro valores de nuestro ecosistema (emprendedor, innovador, creativo y colaborativo). Lo que nunca sospechamos es que más allá de esas relaciones, tan evidentes como que un emprendedor conocería un programador web en el networking de un Twitterllon y juntos harían un portal, lo verdaderamente poderoso del modelo eran los tránsitos.

Con tránsitos me refiero al cambio de rol de una persona en el contexto del ecosistema. De alguna manera la comunidad posee la fuerza de transformar los individuos y orientarlos a la acción. Es obvio que queríamos que el desempleado emprendiera, y que el emprendedor acabara por montar una empresa de éxito y creara empleo para otros muchos (El 80% de los trabajadores son empleados por una pyme y a su vez, el 80% de los nuevos empleos son generados por las nuevas empresas -juzguen si esto del apoyo al emprendedor es una moda o por el contrario, una causa nacional-). Pero lo alucinante ha sido ver cómo se desarrollan transiciones espontaneas mucho más difíciles de tasar pero -probablemente- de mayor impacto en el medio plazo.

Por ejemplo los miles de estudiantes y desempleados (una parte importante de los 15.000 usos/año) que participan de forma frecuente en nuestras actividades (300 eventos/año) se convierten por inercia en networkers. No es un cambio de etiqueta, es un cambio de actitud. Es una pequeña revolución.

Lo que encuentra el desempleado en ZAC es un ambiente proactivo, una corriente favorable, un clima de movimiento. -No nos engañemos, pocos son los que encuentran trabajo a corto plazo- pero el cambio de lógicas relacionales resulta un paso decisivo para salir de la espiral en la que andan inmersos. Otro tanto sucede con los estudiante de últimos cursos o los que están alargando su formación en máster y postgrado de forma forzosa, cuando participan en ZAC – o en ese otro gran ecosistema que es la Milla Digital con el mantenemos estrecha conexión – hallan un ambiente distinto a las facultades (a las que no pretendemos sustituir en absoluto por cierto) al integrarse en redes reales de contactos, al conocer y formar parte de proyectos en los que poder participar, poner en práctica sus conocimientos, ensayar y errar fuera de los libros de texto, y en muchos casos enrolarse en lo que puede ser su primera experiencia sociolaboral, aunque no haya un contrato indefinido de por medio.

En los próximos post extenderé más en este apartado (la democratización de las redes de contactos es una idea que hemos tenido presente desde el principio), pero antes quiero dejar por escrito una reflexión sobre este tema de las transiciones. Con más del 50% de los jóvenes en paro y la tasa de desempleo rozando el 25%, estamos obligados a pensar y repensar mucho las cosas. Desde ZAC podemos contribuir con nuestro granito a arena a la concepción de nuevas políticas de fomento empresarial, empleo y emancipación a nivel local.

Deberíamos explorar el impacto de estas transiciones, medir sus beneficios objetivos, e identificar la trazabilidad concreta de las personas en ese itinerario orientado al cambio, para intervenir quirúrgicamente con unos recursos públicos cada vez más escasos.

Todo el mundo habla de cómo eliminamos o simplificamos los trámites administrativos, mejoramos el marco legal o facilitamos acceso a la financiación –es de cajón que es lo prioritario, y por ahí va la Ley del Emprendedor– pero también debemos tener en cuenta a aquellas personas que se hallan en tránsito y sus objetivos vitales y/o laborales no son unidireccionales… El mundo ha cambiado mucho, del mismo modo que ya no tiene sentido presentar la sociedad bajo el discurso dual de trabajadores y empresarios, tampoco lo tiene plantearse un único perfil de emprendedor.

Trabajamos en red, colaboramos; emprendemos socialmente; montamos una start up para surfear una ola que no durará más de tres o cuatro años, o para que nos compre Telefónica; emprendemos pero somos responsables con el medio ambiente; trabajo para pagarme la Universidad o las cañas del fin de semana; soy empleado y al mismo tiempo freelance, socio de esta empresa, fundador de esta otra; me quedé en paro pero tengo un blog y vendo por Internet; soy investigador de la Universidad, ando metido en una spin off; soy consumidor y productor al mismo tiempo –prosumidor-; trabajo por las mañanas pero cuando acabo me entusiasma diseñar… Los paradigmas han cambiado.

Y una vez tengamos claro que todo ha cambiado, se trata de crear los espacios que permitan el encuentro de las personas, precipitar sus relaciones y acelerar los tránsitos, obviamente con el apoyo aéreo de la financiación y quitando alambradas a la burocracia, pero también echándole un poco de imaginación.

Les pongo un ejemplo, el 13 de mayo programamos “La Placica Vintage”, un evento que aúna dos objetivos: favorecer la actividad económica en los sectores de la economía creativa y dinamizar la zona más deprimida del Casco Histórico. Pues bien nos ha llamado una estudiante recién titulada porque nos ha visto en Facebook y nos ha dicho que le gustaría llevar sus propios diseños “vintage” para ponerlos a la venta. Ahora tenemos dos opciones: a) se le dice que tiene que constituir una sociedad o darse de alta de autónomos y que si no, no participa, o bien le damos un espacio en el mercadillo, brindándole la oportunidad de que viva la experiencia y no le pedimos más requisitos que las ganas…

En el contexto actual, nosotros estamos por repensarlo todo.

3 pensamientos en “Ecosistema ZAC: personas, relaciones y tránsitos.

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