«Nos importa más el jinete que el caballo, la pasión es una fuerza inigualable»
Tres años de trayectoria son suficientes para hacer balance. Más de cien empresas avalan el éxito de Zaragoza Activa, una iniciativa municipal que nació con el objetivo de impulsar ideas innovadoras y creativas. La pasión y las nuevas tecnologías, que están al alcance de una de las generaciones más preparadas, son dos grandes ventajas.
Zaragoza.- Más allá del proyecto, lo importante es la pasión con la que se desarrolle. Con esta máxima trabajan en Zaragoza Activa. Un proyecto que nació hace tres años con el objetivo de seleccionar ideas innovadoras y creativas, darles cobijo y asesoramiento hasta que se materializan y son capaces de salir al exterior de una forma independiente.
A lo largo de estos tres años más de cien proyectos empresariales han pasado por las manos de Zaragoza Activa. Su director, Raúl Oliván, asegura que lo más importante es el emprendedor que hay detrás de cada idea y valora la gran satisfacción que supone ver crecer y desarrollarse a cada una de ellas.
Pregunta.- ¿Cómo nace Zaragoza Activa?
Respuesta.- Zaragoza Activa es un proyecto que pensamos en 2008. A pesar de que la coyuntura en la capital aragonesa era positiva, ya había signos de que la economía iba a cambiar y había que empezar a enfatizar en lo que, con toda la probabilidad, iban a ser las prioridades de los ciudadanos: el empleo y el apoyo a los emprendedores. Empezamos a definir un proyecto que no tenía nombre ni sede. En ese tránsito tuvimos la oportunidad de ver la Azucarera y proponerle al Ayuntamiento un plan de viabilidad para poner en marcha el equipamiento. Hicimos viajes por España, donde conocimos otros proyectos, y junto a nuestra propia experiencia nació Zaragoza Activa.
P.- ¿Qué ofrece Zaragoza Activa?
R.- Desde el principio se concibe como un equipamiento integral al servicio de los ciudadanos del siglo XXI, esos jóvenes de entre 16 y 35 ó 40 años que tienen inquietudes y quieren desarrollar sus proyectos. Le llamamos la Fábrica de Ideas y Conocimientos. Para ello diseñamos una gran plaza central, donde se desarrollan la mayoría de los proyectos. También diseñamos la Zona Empleo, dirigida a personas que buscan trabajo. Contamos con un Vivero de Emprendedores, 17 despachos donde los emprendedores pueden estar hasta 24 meses con precio muy reducido y servicios muy atractivos. Está el Semillero de Ideas, una preincubadora de proyectos, donde los emprendedores permanecen durante seis meses y reciben formación y asesoramiento. Muchos de ellos acaban en el Vivero. También tenemos la Biblioteca Cubit, especialmente diseñada para jóvenes que está teniendo mucho éxito.
Ahora tenemos algún programa nuevo como el proyecto Youth, de acompañamiento para emprendedores con menos de 30 años con ideas de base tecnológica. Otro programa nuevo, la Colaboradora, va a ser un espacio de co-trabajo y de inteligencia colectiva, donde la gente intercambiará experiencias, al estilo del banco del tiempo, mezclado con nuestra filosofía.
P.- Ustedes ven nacer y crecer a estas empresas. ¿Cómo se vive este proceso desde la idea hasta que se independizan?
R.- Es la parte más bonita de nuestro trabajo. Ponerle nombre y apellidos a esos proyectos que tienen en la cabeza es una satisfacción muy grande. Hace poco salía en un gran medio nacional un vídeo en el que aparecen dos jóvenes emprendedoras que salieron de la primera edición del Semillero de Ideas. Una de ellas acabó en el Vivero de Emprendedores y la otra en uno de los locales de Las Armas. El círculo se va completando. Pensábamos que esa transición de perfiles y roles iba a suceder de forma más lenta, pero antes de cumplir los tres años de vida tenemos bastantes casos de éxito que nos hacen pensar que estamos en el camino correcto.
P.- ¿Cuántas empresas han pasado por la Azucarera y cómo les ha ido al salir?
R.- En el Vivero de emprendedores habremos alojado a cerca de 40 empresas y la tasa de supervivencia empresarial es del 80%. Una cifra que supone 30 puntos por encima de la media. Las estadísticas dicen que la mitad de las empresas a los dos años de vida “mueren”, pero nosotros manejamos datos superiores a la media nacional.
En el Semillero de Ideas, que ya vamos por la tercera edición, hemos incubado a 56 empresas, contando las que están en la recta final. Si sumamos a los emprendedores del programa Youth, hemos superado ya las cien empresas que han pasado durante estos tres años por Zaragoza Activa. Son datos pequeños porque la mayoría son de autoempleo, con dos o tres emprendedores como máximo cada una, pero lo valoramos muy positivamente. Cuando hicimos el diseño del plan nunca creímos que alcanzaríamos estos datos de forma tan rápida.
P.- ¿Qué necesita tener un proyecto para ser seleccionado por Zaragoza Activa?
R.- Hace tres años, cuando no tenía experiencia en este terreno, la respuesta habría sido diferente, pero ahora, con tres años de balance, aseguro que lo más importante es la persona. Apostamos más por el jinete que por el caballo. Nos hemos dado cuenta de que el proyecto empresarial puede ser bueno, medio o regular, pero lo importante es el emprendedor que hay detrás, las ganas que tiene, la experiencia, los contactos, etc.
A nivel relacionado con el plan de empresa, siempre decimos que nos interesa mucho la gente que desarrolla una idea de algo que le apasione, porque la pasión es una fuerza inigualable, y si es posible, de algo que sepa. Primero pasión y luego experiencia.
P.- Con Made in Zaragoza también estáis a pie de calle…
R.- Efectivamente. A Zaragoza activa le dimos una vuelta de tuerca con Made in Zaragoza. Queríamos que fuera un proyecto mucho más apegado al espacio público, a la calle y al comercio, muy identificado con el sector de economía creativa: diseñadores de moda, arte, fotógrafos, arquitectos, etc. Además, muy ligado al Casco Histórico, ya que tenemos nuestra segunda sede en la calle de Las Armas, donde un año y pico después hemos hecho un avance importante porque era una zona muy degradada, aunque lo sigue siendo en algunos indicadores, tampoco hay que lanzar las campanas al vuelo; pero sí que creemos que el camino avanzado es muy interesante.
Hay mucha gente que nunca había paseado por Las Armas y después de año y medio, a través de una docena de eventos y planes de comunicación de apoyo a las pymes creativas, de formación e innovación en estos sectores, hemos conseguido que sea una zona de moda.
P.- Todo este trabajo tiene sus frutos también de puertas para fuera. El último reconocimiento al que optan es Premio Europeo de Innovación en Administración Pública.
R.- Lo tenemos un poco difícil porque sólo premian tres proyectos en nuestra categoría, que es la de Apoyo a los emprendedores, en toda Europa y el nuestro es un programa pequeñito. En Made in Zaragoza, en el primer año, que fue 2012, sólo invertimos 50.000 euros, de los que la mitad venían financiados por el Ministerio de Industria. Para el impacto que ha tenido y el efecto, es un coste muy pequeño y es también una de las constantes con las que trabajamos. En Zaragoza Activa estamos un poco obsesionados con la racionalización del gasto, ya que nacimos ya en época de estrecheces. El equipo humano está formado por técnicos muy acostumbrados al desarrollo de proyectos comunitarios de participación ciudadana, donde el factor humano es mucho más importante que los recursos económicos, y eso se nota.
Ojalá nos den el premio, porque 100.000 euros serían como una tabla de salvación, aunque el proyecto lo mantendremos de todas formas. Ya tenemos el compromiso político y el apoyo total de la Concejalía y del Ayuntamiento en su conjunto, pero con ese dinero lo multiplicaríamos por tres.
P.- ¿En qué invertirían ese dinero?
R.- Tenemos en “fase beta” una tienda de comercio electrónico, con la que pretendemos que todas estas tiendecitas pequeñas sean capaces de hacer viable la venta por la red. También tenemos un proyecto medular, denominado el Mercado de Abastos Creativos. Pensamos que es necesario un espacio de referencia en el corazón de San Pablo para que tenga vida no sólo con los eventos que desarrollamos, sino todos los días.
P.- ¿Cómo ven el nivel de los emprendedores zaragozanos?
R.- Yo creo que jamás en la historia ha habido tanto talento como lo hay ahora. No es una frase hecha. Se trata de identificar el nivel de educación superior que hay, que estamos en tasas que nunca tuvimos. Prácticamente un 50% de nuestros usuarios generales tienen educación superior y si vamos en concreto a los proyectos del Semillero y el Vivero, este porcentaje de personas supera el 80%. Hay un nivel educativo muy interesante.
Quizá es gente que no tiene experiencia laboral, porque sencillamente el mercado no se la ha dado, pero con esta condición de ser la mejor generación formada de la historia, que probablemente sucederá igual con la siguiente, lo que podemos asegurar es que cuentan con las herramientas más potentes que habríamos pensado. Ahora dos chavales con un Mac, que vale 500 euros, tienen el potencial audiovisual de lo que antes costaba un estudio de 20 millones de pesetas. Otro ejemplo, con sólo 25 minutos alguien es capaz de generar una miniweb y ponerse a vender. Nunca antes hubo herramientas tan potentes al servicio de una generación tan preparada como la de ahora.
P.- ¿Recomienda a los jóvenes en situación de desempleo y con una alta formación emprender?
R.- La cultura emprendedora en España todavía es minoritaria. El 80% de los estudiantes quieren ser funcionarios o querían serlo hasta hace unos años. Ahora empieza a calar la idea de que esto va a ser una quimera e identificamos a la gente con madera de emprender y también el síndrome del emprendedor forzoso. Gente que se ha quedado en el paro y que acumulaba una experiencia labora interesante. Entre unos y otros se está conformando esta nueva clase emprendedora.
Nosotros aconsejamos a la gente que tenga la decisión muy meditada porque emprender es una aventura muy dura, aunque bonita y que aporta muchas cosas como no depender de nadie o poder desarrollar toda tu creatividad y capacidad ejecutiva.
P.- Según las experiencias de los propios emprendedores, ¿qué es lo más duro de esta aventura?
R.- La soledad que sienten. Es en ese flanco donde queremos hacer hincapié generando una comunidad, un ecosistema donde la gente comparte el espacio y las experiencias vitales y además lo hacen en un ambiente colaborativo.
P.- Usted ha materializado su propio ejemplo. Es joven y tuvo una idea creativa para ayudar a otros emprendedores, que se ha hecho realidad en la Azucarera. ¿Cómo se vive desde su punto de vista?
R.- Mi padre era emprendedor y montó varias empresas y mi madre era funcionaria. Supongo que soy una mezcla, un funcionario que ayuda a emprendedores. Es necesario cambiar el “chip” en general, no se trata de estimular el nacimiento de miles de emprendedores de la nada, sino que tiene que ser una actitud. A nosotros nos interesa mucho el discurso de la innovación social, que viene a señalar que son necesarias personas innovadoras que innoven por y para las personas.
Nos hemos cansado de hablar de cambio del modelo productivo, de revolución tecnológica, que pensamos que daría paso a una era de prosperidad económica y pacto social equivalente a la Revolución Industrial. Años después nos hemos dado cuenta de que eso no es así. Hay seis millones de parados y Apple, a pesar de ser un súper ventas en España, resulta que sólo tributa un 1% en nuestro país a través de ingeniería financiera.
Estamos explorando mucho el vector de la innovación social, nos interesan los emprendedores y las empresas, pero también que generen un impacto social positivo, en forma de trabajo, de desarrollo sostenible o de avance al servicio de las personas. Innovación para la sociedad.
P.- ¿Qué proyectos de futuro tiene pensados Zaragoza Activa?
R.- Queremos que la web de Zaragoza Activa se convierta en una red social. Tenemos a 3.600 personas adheridas y es un dato que tienen que explotar todos los ciudadanos. Respetando la Ley de Protección de Datos, convertiremos a esa base de datos en una web social, donde la gente pueda identificar a los miembros de la comunidad, podrá mandarles mensajes, valorar a los ponentes, intercambiar unos puntos que vamos a crear, etc. Un proyecto ambicioso y novedoso en España, que va a aportar un nuevo enfoque.
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