Los gurús de las redes llevan años vaticinando el final del comercio de proximidad, dibujando un futuro incierto para las tiendas de barrio –David- frente a los todopoderosos bazares de Internet –Goliat-
Los hay que incluso hacen apología del desastre, pues es frecuente leer en Twitter a personas agradecidas con Amazon por llevarles su compra a casa en tiempo récord. Al margen de lo extraño que resulta hacerle la pelota a una multinacional billonaria, el proselitismo tecnológico sin matices demuestra una absoluta falta de visión a largo plazo.
Quizá en 48 horas llegue el paquete -no digo que no- pero si todos compráramos todo en macro bazares virtuales, en pocos meses la tienda del barrio habrá cerrado, se apagarán sus luces que iluminan las calles, los vacíos urbanos serán ocupados para fines poco deseables, tus vecinos abandonarán el barrio… activando el círculo vicioso de la degradación urbana.
Y sin embargo, creo que el comercio de proximidad tiene un futuro prometedor. Lo tiene porque hay una legión de ciudadanos que comprenden la situación y están empezando a valorar el papel del comercio local. Y a la vez, las tiendas han comenzado a dar batalla con tácticas de guerrilla.
¿Cómo? Con marketing relacional, enfatizando la dimensión humana, poniendo el acento en lo experiencial. Tejiendo redes distribuidas –entre todos aún son mucho más grandes que Goliat-, metiendo cabeza en Internet, híper segmentación, ofertas geoposicionadas en tiempo real, hibridación de modelos, por ejemplo.
Publicado en el Especial 25 Aniversario del Periódico de Aragón, sobre tendencias del futuro.
Felicidades Raul por tu comentario. Yo también estoy de acuerdo con tu visión y seguro que cada día más personas, con tus comentarios y con las acciones diarias, de los que pensamos así, conseguiremos ser MAS cada día.