Es un hecho histórico que las metodologías de planificación estratégica tienen su origen en la estrategia empresarial… No tiene nada de malo, al contrario, constituye un gran marco donde retratarse, analizarse y mejorar. ¿Por qué llega lo público donde hace años llegaron las grandes empresas? No son mejores ni peores, es cuestión de competencia. Sencillamente lo público ha sido durante años un monopolio ¿Apple sería hoy lo que es si no hubiera otra empresa de ordenadores personales?
El mundo ha cambiado mucho y ahora los programas públicos han comenzado a competir, competir entre ciudades para ver quién se lleva más inversión o quién atrae más empresas: competencia entre países, para ver quién ejerce mayor liderazgo tecnológico, comercial o político en la escena internacional; competencia entre instituciones, con más o menos relación con la competencia política…
Durante un par de años tuve la suerte de enseñar nociones de planificación a muchos futuros técnicos socioculturales del Ayuntamiento de Zaragoza. Cuando les mencionaba lo importante que era la estrategia siempre recurría al mismo ejemplo: ¿Conocéis el Centro Cívico Oliver… y la FNAC? La pregunta quería poner de manifiesto como un servicio/ producto con un marketing enfocado al cliente podía tener mucho más éxito que otro, con recursos parecidos. Resulta que la FNAC en 2005-2006 pasaba por ser el centro cultural de referencia en Zaragoza, a pesar de contar con una sala de 80 m2 y de ser sobre todo, una tienda donde te venden libros y discos. Estaba lleno y su programación era intensa. Frente a este modelo, los centros cívicos, algunos con 3000 m2 de espacio para dinamización, no terminaban de encontrar la forma de enganchar con los ciudadanos. (Otro día contamos cómo diseñamos el embrión de lo que sería Zaragoza Activa, sobre todo apuntando al cliente)
Pues bien, de las últimas lecturas del master de CIDEU sobre Planificación Estratégica Urbana, me ha resultado especialmente interesante un repaso de los marcos estratégicos empresariales y cómo se pueden aplicar a la ciudad. Os los presento a continuación: Estrategias de competencia, de cooperación y de océanos azules.
Estrategias de competividad: Basadas en las teorías de Porter, se resumen en la premisa de que la empresa compite para ganar, lo que coloca en el centro de la estrategia a los competidores. Stalk enuncia “Cinco estrategias de futuro que usted necesita ahora”, en las que podemos encontrar punto interesantes para aplicar a la gestión de la ciudad.
- Abordar las deficiencias en la cadena de provisión. Abaratar costes por ejemplo. Alguien ha calculado lo que se ahorrará la ciudad con un tranvía: energía y medio ambiente, tiempos de transporte, salud…
- Evitar las economías de escala. Es aquí donde más debemos aprender. Se crea una necesidad y creamos un servicio, con infraestructuras y personal, pero cuando la necesidad desaparece es sumamente complejo desmontar la estructura creada. Es urgente crear servicios más flexibles y adaptativos. Trabajar más en proyectos que en ventanillas.
- Desarrollar una política dinámica de precios que permita obtener beneficios. Un ejemplo magnífico es el modelo alemán. Comprometer en la financiación al ámbito privado y pagar cuando se concluye la obra.
- Aceptar la complejidad transformándola en una ventaja competitiva. Como por ejemplo la política intercultural, que ha pasado inadvertida en España pero que nos colocó como un referente mundial en integración cultural, mucho más progresista que la gran Francia, donde han desplegado durante años una batería de programas de aculturación, con sonados fracasos por cierto.
- Aprovechar al máximo el potencial que ofrece la banda ancha. Aquí resulta obvio pensar en clave de administración electrónica, smart cities y también en redes sociales.
Estrategias de cooperación: Frente a la visión centrada en los competidores de Stalk, Arnoldo Hax del MIT propone una estrategia orientada al cliente, en la que la cooperación de actores resulta clave para satisfacer las necesidades de éste.
Para Hax hay que apostar por una de las tres estrategias del modelo Delta: Servicios Integrales al cliente, Mejor producto o Consolidación del sistema.
Este modelo que enfatiza en lo cooperativo resulta sumamente valioso en su aplicación a la planificación estratégica urbana. Les pongo tres ejemplos:
- Walqa. Un parque tecnológico en Huesca. ¿Mejor producto a 3 horas del centro de Madrid o Barcelona? No. Consolidación del sistema inviable… Recuerdo al gerente de Walqa en una presentación en la que nos desvelaba cómo hacían atractivos sus servicios a potenciales empresas… no desvelaré sus secretos pero os diré que si era preciso le buscaban trabajo a la pareja del directivo de turno. Servicio Integral = éxito. La cooperación viene dada para ofrecer un paquete conjunto de soluciones.
- Pongamos que es usted un joven europeo que quiere estudiar a través del programa Erasmus en una ciudad española… y para meditar su elección pondera: ciudad, transporte, oferta de ocio y cultura, universidad y precios. En esa ecuación Zaragoza es una de las mejores opciones posibles y así lo corroboran los datos del programa, cada año llena de estudiantes europeos nuestra ciudad. El proyecto Ciudad Erasmus viene a fortalecer esta estrategia de Mejor producto poniendo el acento en la necesidad de cooperación de diversos actores.
- Respecto a la estrategia de Consolidación o Bloqueo del sistema es más complejo llevarla a cabo en una ciudad que no sea una megápolis. Sin embargo existen cauces: De alguna manera la capitalidad que ejerció Zaragoza durante la EXPO en el ámbito de la gestión del agua, o la candidatura a 2016, los programas de capital verde o las infraestructuras logísticas van en esa dirección. Liderar más allá del ámbito metropolitano un sector emergente a nivel nacional o europeo.
Finalmente me referiré a la proyección de la estrategia empresarial de océanos azules al planeamiento de la ciudad. Formulada en 2005 por W Chan KIM y R Mauborgne profundiza en la disyuntiva competencia/ cooperación, considerando que aquellos que se empeñen en mantener la competencia destructiva no serán ganadores en el futuro.
En los “océanos azules” se encuentran industrias todavía no existentes e ideas de negocio todavía desconocidas. Estos océanos generan oportunidades de crecimiento sostenido a largo plazo en los que la competencia carece de relevancia, al menos durante un largo periodo de tiempo.
La pregunta es cómo podemos extrapolar esta estrategia al planeamiento de las ciudades.
¿Existe algún ámbito en el que una ciudad no tenga ningún o muy pocos competidores? La cuestión no está bien formulada, pues los océanos azules proponen precisamente crear una demanda inédita, generar nuevas latitudes donde posicionarse.
No es tarea fácil desde luego, y menos aún es objetivo de este post descubrir las Américas, pero les propongo un ejercicio mental haciendo un sumatorio de las estrategias que desarrolla Zaragoza. Ahora que el debate se centra entre españolizar Catalunya o catalanizar España, podría ser un buen momento para mirar más allá y volcarse en europeizar Zaragoza.
Imaginen que el proyecto Ciudad Erasmus se consuma. Imaginen que Ayuntamiento, DGA, Universidad pública y privada, y las grandes empresas van de la mano e impulsan un gran programa: Con carreras que incluyen un 20% de su carga lectiva en inglés, con un servicio de alojamiento en las zonas del Casco Histórico o la Expo, con programas de residencia profesional para tecnólogos y artistas en el CAT de Milla Digital… y que todo ello encuentra mucho más fuerza con un aeropuerto conectado y con una Travesía Central del Pirineo hacia 2020… Imaginen que 2000 estudiantes internacionales todos los años por nuestras calles y que un 5% se acaba quedando para crear hipervínculos culturales y empresariales entre nuestra ciudad y el mundo. Sería un escenario perfecto de flujos de talento en palabras de Richard Florida… Sí se puede.